De las sorpresas que nos deparan los fondos del Archivo Histórico Municipal, hoy traemos ante ustedes algunos de los textos y de las imágenes, de las Normas Subsidiarias y Complementarias de Planeamiento de la Ciudad de Huéscar, que forman parte del proyecto elaborado por el arquitecto D. Marcelino Martín, en el año 1978.
VALORES PRÁCTICOS EN LA ARQUITECTURA POPULAR DE HUÉSCAR
“Tanto en Huéscar como en los otros núcleos de población encontramos numerosas casa realizadas con los materiales del terreno: piedra, barro -cocido o no- , tierra, madera y cal; estas casa se han realizado según modelos perfectamente estudiados para las necesidades de la zona y experimentados a lo largo de los siglos.
La habilidad del artesano no ha consistido en diferenciar una casa de otra, por simple colorido o por una forma poco corriente; su habilidad ha consistido en buscar diferencias sutiles, distinta disposición de tejados, de las alturas de las casas, de los acabados de fachada, de las chimeneas; de una reja, de un balcón o una puerta. Esta es pues una arquitectura humana, de la cual tenemos mucho que aprender: la adaptación al paisaje, a una ladera, la combinación de formas constructivas con formas vegetales o arbustivas. El colorido, fundamentalmente de tonos suaves, cremas, color de las tierras del sitio. El blanco, si se utiliza, es solo para las fachadas; las medianeras, las fachadas a huertos, las chimeneas serán de color tierra.
Mención especial (además del increíblemente bello juego de volúmenes, formas y tejados que armonizan en las calles y laderas donde no llegó la construcción “moderna”), merecen las chimeneas; las hay de las más variadas formas y alturas, pero eso sí, entre ellas reina un aire de familia, una lógica no exenta de belleza, un sentido “estético”, en una palabra”.
LOS NÚCLEOS DE POBLACIÓN
“Además de Huéscar, capitalidad del municipio, existen los núcleos de:
- Barrionuevo. En realidad, un barrio de la ciudad constituido por cuevas y alguna casa. Está situado en la margen izquierda del río Huéscar a 1 km. de la ciudad.
- San Clemente. Está situado sobre un pequeño promontorio, junto a la confluencia de los ríos Guardal y Raigadas. Desaparecerá bajo las aguas del pantano que se prevee realizar para la captación de las aguas de ambos ríos. No existe ninguna previsión sobre su población, aparte de la expropiación de sus casas. De todas maneras, al desaparecer la vega, su medio de vida, bajo las aguas del pantano, deberá forzosamente trasladarse para buscar otro medio de subsistencia.
- Puente Duda, está situado en una ladera sobre el río Guardal, aguas debajo de San Clemente y a proximidad del viaducto del mismo nombre, que permite el paso a la C. 330. es un bellísimo ejemplo de adaptación de la arquitectura al medio que le rodea; aquí el paisaje natural, el suelo agrícola cultivado y el pequeño núcleo se han acordado harmoniosamente.
- La Parra. Lo que se decía anteriormente podría repetirse aquí en cuanto a la adaptación al medio; está situado a proximidad del río Guardal, entre San Clemente y Puente Duda. Al otro lado del Río se encuentra el anejo de la Caridad.
- El Canal, o las Cuevas del Canal, es el núcleo de mayor rareza. Las casa suelen tener una parte, o la totalidad, de cueva, escavada en el talud constituido por el canal iniciado en el siglo XVIII para llevar el agua del río Guardal al campo de Cartagena. La impresión que se tiene al pasar por esa especie de Calle Mayor del núcleo que es el fondo del canal, es de una vuelta a tiempos pasados y de un gran aislamiento a la par. Es una sensación muy fuerte la que produce ese arraigo del hombre al medio que le rodea”.
De las ampliaciones del casco urbano nos ocuparemos en próximas entradas.
