miércoles, 28 de diciembre de 2011

28 de diciembre: Los Santos Inocentes.

Siguiendo con la tradición cultural y secular de la Navidad, hoy llega a estos renglones la celebración del día de los Santos Inocentes y lo que acontecía alrededor de él en esta población.

INTRODUCCIÓN

Para entender el por qué de la información que hoy les presentamos, les explicaremos que en la Bula del Papa Eugenio IV, titulada “Decretum uniones Graecorum” (Decreto de unión con los griegos), la fórmula dogmática dice: “En cuanto a los fieles verdaderamente arrepentidos que mueren en la caridad antes de haber satisfecho con dignos frutos de penitencia por las faltas cometidas y por sus omisiones, sus faltas son libradas de toda mácula después de la muerte, por las penas purificadoras; al alivio de esta penas sirven eficazmente los sufragios de los fieles vivientes, a saber: los sacrificios de las misas, las plegarias, las limosnas y otras obras de piedad…”. La Iglesia, por tanto, dispone, además, que la predicación destinada a los fieles poco instruidos debe hallarse despojada de todas aquellas cuestiones más difíciles y sutiles que no presentan utilidad alguna para la edificación espiritual…(1); y es aquí donde podemos contextualizar el uso y aparición de este tipo de “escuela musical” o “magisterio popular” para la propagación de la doctrina cristiana.

LA HERMANDAD DE ÁNIMAS DE HUÉSCAR

Aunque en la actualidad es la Hermandad de Ánimas de San Clemente la que aún pervive deleitándonos, entre otros actos, con sus cantos; no ha muchos años, en la propia Huéscar, también existía Hermandad. Ésta, estaba constituida en la Parroquia de Santa María la Mayor y, por ejemplo, sabemos que en 1794 –durante la reestructuración de parroquias de la vicaría- el tesorero era Matías Ortiz de Soto Mayor. Oficialmente desapareció en el año 1975, aunque parece ser no ejercía sus funciones desde 1955.

Entre otros datos de interés podemos comentar que:

- Tenía por patrona a la Virgen de los Dolores, a la que le hacía la novena con música. La actual imagen fue adquirida por esta Hermandad al escultor J.M. Sanchelozano –así aparece reflejado en su tarjeta personal-, de Murcia, por importe de 1.750 pesetas el 25 de mayo de 1941.
- Costeaba las misas de alba, once y doce.
- Los bailes se realizaban por las cuadrillas, en los lugares determinados para ello, como son los de la calle Castilléjar (final de la actual calle Morote), en la calle Santiago y otros por el “ruedo” (que así se llamaba al conjunto de cortijos que circundan la población.).
- Los instrumentos que se hacían sonar eran “la pandera” y “el requinto” (o pequeño “guitarro”), acompañados de otra música de laudes y guitarras.
- Había un solista, que cantaba con la música muy suave de fondo y, después, el coro repetía con toda la música y el resto de la cuadrilla.
- Los vecinos que estaban de luto rezaban a las Ánimas Benditas en la puerta de la casa sin música.
- Es común y muy corriente que gran parte de los cantos sean iguales a los de los pueblos de los contornos.
- La Hermandad del Cristo compra en una ocasión las lámparas a la Hermandad de Ánimas para poner luz al Sepulcro en el trascoro de Santa María, en donde la cuerda vale más que la lámpara.
- La Hermandad tenía gran raigambre popular y muchos fieles le dejaban sus bienes para misas; de ahí que se llamase a algún, cortijo, casa o bancal de las Ánimas –aún hoy día mantienen este nombre-.
- Para pedir limosna se utilizaba una taza, un pello, un sombrero viejo y dos guitarras.
- Por estas fechas navideñas, se hacían hornadas de roscos, tortas y dulces para invitar “a medio Huéscar”.

Pero, en fin, hoy nuestra intención es la de dar a conocer algunas de sus letras, aguinaldos o “aguilandos”, como popularmente se conocen. Así que:

A tu puerta hemos llegado
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres que nos sentemos
saca cuatrocientas sillas.


Y, por cierto:

No nos dejes en la puerta,
ni tampoco en aposento,
llévanos a la cocina
donde está el marrano muerto.


De los hermosos recuerdos de niñez y de la belleza de sus letras encontramos villancicos como:

Madre, en la puerta hay un Niño,
más hermoso que el Sol bello,
que dice que tiene frío,
porque el pobre va en cueros.

Pues dile que pase y se calentará,
porque en esta Tierra,
porque en esta Tierra,
ya no hay caridad.

Pasa el Niño y se calienta,
y así que se calentó,
le pregunta la patrona
que de que pueblo y nación.

Mi Padre del cielo,
mi Madre también,
yo bajé a la Tierra,
yo bajé a la Tierra,
para padecer.


Y como también es lógico, encontramos otros más sencillos y populosos, e incluso, algunos algo “gamberretes”:

En el portal de Belén
hay estrella, Sol y Luna,
la Virgen y San José,
y el Niño que está en la cuna.

Los pastores que supieron
que el Niño nació en Belén
se dejaron el ganado
y apretaron a correr.

En el portal de Belén
han entrado los ladrones
y al pobre de San José
le han robado los calzones.

Ya viene la Pascua
y mataremos el pavo,
y le echaremos las plumas
al vecino más cercano.

En el portal de Belén
hay un viejo haciendo gachas,
se le escapó la sartén
y acudieron las muchachas.

En el portal de Belén
hay un viejo haciendo sopas,
se le escapó la sartén
y se quemó las…manoplas.


Como acto principal del día de los Santos Inocentes tenemos la “Misa de Inocentes” en donde se cantaban las coplas protocolarias correspondientes a las distintas fases de la celebración eucarística y una vez finalizada esta los villancicos que se solían entonar.

Ante el valor del documento que aquí les presentamos (2), la transcripción queda pendiente, mientras aquí tienen la imagen para su lectura:








COLOFÓN

La “esquila de ánimas” (es decir, la campanilla), era la que se sacaba por las calles al dar las doce de la noche, haciéndola sonar en cada esquina y a continuación se decían salmodias como: “Un Padrenuestro y un Avemaría por las benditas ánimas del Purgatorio, para que su Divina Majestad las saque de tan miserable estado” o “Fieles cristianos, acordaos de las benditas ánimas del Purgatorio, Un Padrenuestro y un Avemaría por el amor de Dios” (3).

Nosotros hoy les decimos a ustedes:

A las Ánimas Benditas
no se les cierra la puerta,
en diciéndoles que perdonen
ellas se van tan contentas
.


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Bibliografía y notas:

(1) “Enciclopedia de la Religión Católica”. Tomo VI (Pío IX-Tabbora). Barcelona: Dalmau y Jover, 1954.
(2) El texto nos fue habilitado por don Cándido Sánchez Triguero (q.e.d.).
(3) Salmodias sacadas de: Diario 16. Fiestas de España. Fascículo 2. Tradiciones y costumbres: La Alberca (Salamanca).

sábado, 24 de diciembre de 2011

Noticias de un Auto Sacramental en Huéscar: "La Infancia de Jesu Christo" más conocido como "Auto de los Reyes".

Los Reyes Magos con sus pajes, preparados para iniciar la representación. A. M. H. (1)

"El auto sacramental es una pieza teatral religiosa alegórica de uno o varios actos y de tema preferentemente eucarístico el día del Corpus entre los siglos XVI y XVIII, hasta la prohibición del género en 1765, por lo general con gran aparato escenográfico. Representaciones de episodios bíblicos, misterios de la religión o conflictos de carácter moral y teológico. Inicialmente representados en los templos o pórticos de las iglesias; el más antiguo es el denominado Auto de los Reyes Magos"(2).

Con esta definición habremos de denominar a aquella representación teatral popular que se realizaba en Huéscar por estas fechas, en las que participaban numerosos "actores" aficionados locales. Estamos hablando de los primeros años del siglo XX, aunque por las imágenes que han llegado hasta nuestras manos posiblemente tendría su origen durante el último cuarto del siglo XIX.

La inconcreción de las fechas no es obstáculo para saber que el texto adaptado de este "Auto de los Reyes Magos" que aquí se representaba estaba sacado de la obra de Gaspar Fernández de Ávila, titulada "La infancia de Jesu Christo" -parece ser, publicada por primera vez hacia la segunda mitad del siglo XVIII en Málaga-.



Según Francisco Torres Montes en su estudio y edición crítica (3): "Son numerosos los testimonios que nos señalan la extensión y vitalidad de las distintas adaptaciones de "La Infancia", que con el nombre genérico de "Fiesta de Reyes" o de "Reyes y pastores" se ponen en escena cada año en las fiestas navideñas, sobre todo alrededor de Epifanía".

La representación se hacía al aire libre y el texto se solía acomodar al gusto de la persona que tomaba la responsabilidad de implantar la "fiesta". En el programa de Feria de 1955, don Pascual Dengra escribió un artículo titulado "Fiestas Antiguas" en donde nos cuenta lo siguiente:

"...Una fiesta típica de Huéscar era la llamada de los Reyes. A ella nos vamos a referir.

El día 5 de Enero de algunos años, pues no en todos se celebraba, previo los ensayos pertinentes, el último en el Calvario, hacían su entrada en el pueblo los Reyes Magos.

Las campanas los anunciaban insistentes desde muy temprano. La comitiva se formaba en Santo Domingo. Precedía la Estrella, en soberbio caballo blanco. Después Melchor, Gaspar y Baltasar, también jinetes, con su servidumbre, vestidos con traje oriental.

Luego, en carroza descubierta, el barbudo rey Herodes acompañado de secretarios; más tarde, los pastores José y Rebeca, y cerrando la comitiva el gracioso de la bota, sobre mula coceadora. La banda de música vestía también ropas apropiadas.

El estrépito de los clarines, los cohetes entusiastas, los balcones engalanados, la alegría y el bullicio, eran el marco de tan simpática fiesta.

Se celebraba en la tarde del día seis, en la Plaza Mayor, llena de tablados y graderías. El Belén se levantaba frente al Ayuntamiento; el palacio de Herodes, en la entrada del callejón del Toril, hoy calle de las Angustias.

Arreglado el libreto, de un poema dramático de Don Gaspar Fernández y Ávila, salen José y Rebeca a escena e inquiere Rebeca:

Agora que estamos solos
sin que nos oigan las viejas
que murmuran cuanto pasa
al pié de sus chimeneas,
quijera que me contaras
para que yo lo sabiera
que jué lo que te pasó
velando allá las ovejas
la otra noche con un ángel
que te espantó de manera...

José responde:

Eso, Rebeca, fue un pasmo;
no tuve noche más güena.

Y le cuenta la visión del ángel y la venida al mundo del Niño. En ésto la Estrella aparece y San Gabriel habla:

Oye, pueblo gentil, suspende el llanto
deja ya de sentir, cese el quebranto.
Conviértase la pena en alegría...

Interviene la música y se presentan en medio de la Plaza los Reyes con su séquito, que vienen siguiendo a la Estrella. También quieren visitar al rey Herodes. (El último que vimos, hace medio siglo, llevaba túnica blanca recamada en oro, manto de seda encarnada, sandalias con remates dorados, cetro en la diestra y corona real).

El Rey Herodes en la representación de 1907. A. M. H. (1-A)

Herodes, encolerizado ante la presencia en Jerusalén de los Magos sin previo aviso y temiendo por su trono, se revuelve despavorido:

¿Ah, de la guardia; soldados!
¡Centurión, alabarderos!
¡Nadie responde; sin vida
estoy de ver tal suceso.

Esta es traición conocida
que mis vasallos me han hecho!.

Después la orden de Herodes, ya tranquilizado, al centurión, de que se busque a los Reyes y se traigan a su presencia.

Luego, la entrevista de los Magos con Herodes, para seguir más tarde a Belén a adorar al Niño.

¿Este, dichosa princesa,
es el Niño prodigioso,
que nos anunció la estrella?.

La intervención continúa de José y Rebeca, con otros pastores y zagalas, le dan a la fiesta galanura y regocijo: sus bailes, encanto popular; los motetes y villancicos, sabor cristiano y de Nochebuena.

En fin; nota de color que no se produce en Huéscar desde hace muchos años, que reunía infinidad de personas y que era motivo para que los familiares ausentes vinieran al pueblo.

¿Es cierto que en el 1956 se va a representar de nuevo en Huéscar la fiesta de los Reyes Magos?"(4).

No, no se realizó tal representación, y así…, hasta la fecha.

Primera hoja del texto manuscrito. A. M. H.

Es en el año 2003 cuando, a través de don Cándido Sánchez Triguero, llega a nuestro conocimiento y nuestras manos copia del original (5) citado por don Pascual Dengra. Parece ser, hacia 1925 o 1926, el papel de Herodes lo hizo don Dionisio López. El de Jusepe, Pedro Díaz apodado “el Torero”; Rebeca, una mujer a la que apodaban “la Cubila”; y Pedro Andrés Belmonte que hizo de Estrella, pero el público le llamó “La Reina” y por “el Reina” era conocido.


El inicio de la Cabalgata en la placeta de Santo Domingo. A. M. H.


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Bibliografía y notas:

(1 y 1-A) Las imagenes de los Reyes y Herodes nos han sido aportadas por don J.A. Soriano y don J. Dengra.

(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Auto_sacramental.

(3) La infancia de Jesu-Christo: poema dramático dividido en doce coloquios / Gaspar Fernández y Ávila; estudio, edición crítica, notas y vocabulario por Francisco Torres Montes/ Granada: Universidad de Granada, 1987

(4) Programa de Feria del año 1955. Huéscar: Ayuntamiento, 1955.

(5) Estos datos que nos fueron aportados por don Cándido Sánchez Triguero (q.e.d.), fueron copiados del original, 29 años antes, por su madre, doña Mercedes Triguero Dengra, en enero de 1974; correspondiéndose con los Coloquios IV y V del texto original, con alguna salvedad en las estrofas.



Feliz Navidad

En el día de la Nochebuena, en que celebramos y conmemoramos el nacimiento de Niño Jesús, desde este Archivo Municipal, queremos desearles a todos una Feliz Navidad y un venturoso Año Nuevo llenos de Paz y Alegría.

Que nuestra cultura y tradiciones nos ayuden a seguir enriqueciendo la Historia.



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Bibliografía:
(dibujo sacado de) Mexia de Aguirre, Juan. "Novena de la devota, y milagrosa imagen de N. Sra. de Belén, que se venera en el Convento de Padres Terceros de N. S. P. S. Francisco, advocación de Sra. Santa Ana de la Ciudad de Ezija". (Año de 1721).

viernes, 9 de diciembre de 2011

Voto y juramento en defensa del Misterio de la Inmaculada Concepción.

Aprovechando que ayer se celebró la festividad de la Inmaculada Concepción de María, de entre los numerosos documentos que van llegando a este Archivo Municipal (gracias a generosas donaciones y aportaciones), hoy mostramos copia del que nos dió noticia hace ya algún tiempo, don Jesús Daniel Laguna Reche. Se trata del llamado: "Forma del voto y juramento que hicieron las Iglesias y estado Eclesiástico de la ciudad de Huéscar, en el Arzobispado de Toledo, por defensa del misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María Señora Nuestra", impreso en Granada, en la Imprenta Real, por Baltasar de Bolívar, en la calle de Abenamar. Año de 1654.












jueves, 10 de noviembre de 2011

11 de noviembre de 1981, un excelente día para la PAZ.

Si se dice que "una imagen vale más que mil palabras", dejemos pues que "unas imágenes" nos hablen de "una fecha y unos actos" que acontecieron en esta población agrandando su historia.


Vista de la Plaza Mayor horas antes de la Firma de la Paz. A. M. H.


Vecinos y visitantes se agolpan a las puertas del Ayuntamiento. A. M. H.


La prensa aguarda la llegada de las máximas autoridades. A. M. H.


El "Centro de Estudios Estratégicos". del diario El Caso, avanza el equilibrio de fuerzas militares. A. M. H.


Miembros del Regimiento de Azadones Voluntarios de Huéscar, presentan armas. A. M. H.


Voluntarios del Regimiento de Vikingos de la Costa del Sol a la entrada de Huéscar. A. M. H.


Don Vicente González Barberán, historiador y descubridor de la noticia. A. M. H.


Artículo de prensa, aparecido en la revista La Sagra, que destapó la insólita situación. A. M. H.


El Sr. Embajador de Dinamarca y el Sr. Alcalde de Huéscar. A. M. H.









Acta Capitular del día de la Firma de la Paz (11 de noviembre de 1981). A. M. H.


El Sr. Embajador de Dinamarca firma en el libro de oro de la ciudad. A. M. H.


Texto y firma. A. M. H.


El "abrazo de Huéscar". A. M. H.


Bando publicado con motivo del acto de la Firma de la Paz. A. M. H.


Ejemplares de la revista La Sagra que informaron de todo el proceso. A. M. H.

lunes, 7 de noviembre de 2011

“El valor de la PALABRA, el valor de lo ESCRITO.



La Guerra contra Dinamarca:
11 de Noviembre de 1809 – 11 de Noviembre de 1981”.

Como quiera que sea, la PALABRA, el texto ESCRITO, siguen siendo el gran fenómeno de comunicación entre los seres humanos.

Aprovechando la peculiaridad de la “declaración de guerra” que, el 11 de noviembre de 1809, realizó el consistorio oscense contra el reino de Dinamarca, mostramos “el valor de la palabra, el valor de lo escrito...”.





Acta de cabildo del 11 de noviembre de 1809. A. M. H.

Si investigamos por qué este género de “historia escrita” atrajo la curiosidad de tanta gente en aquellas fechas, habremos de tener en cuenta: la peculiaridad de la noticia – una guerra de 172 años, sin un solo enfrentamiento y ni una sola víctima-: ¿dónde?, ¿cómo? y ¿cuándo se produce?; ¿quién la emite y quién la recoge? y; ¿cómo? y ¿hacia dónde se transmite?.

El triunfo de toda esa variedad de información sobre el mismo tema, lograron transformar tal declaración de guerra en una nueva dimensión.

Así pues, se pudieron observar bandos, declaraciones escritas, ilustraciones gráficas, grabados, fotografías, etc., que dieron como fruto una paz, un hermanamiento entre dos pueblos distantes geográficamente, de distinta cultura, de distinto habla, de...

En realidad, esto último es el fin de la palabra, del texto..., dar a conocer, transmitir, intercambiar información.

Hablando, leyendo, narrando, observando, es como la gente recupera la capacidad de aprender, sobre todo cuando se olvida de sí, y se deja absorber por la fascinación del tema tratado. Y es que más que un solo hallazgo, la “información” proporciona toda una constelación de descubrimientos. El “sólo sé que no sé nada” socrático ya no es un punto de partida, sino destino y residencia.

“Afortunadamente la humanidad ha vivido más o menos períodos de tiempo en paz, aunque la historia universal demuestra que han sido menos que más. si sumamos los años, han sido muchos más los dedicados a la guerra. parece que los hombres no han sabido, o no han podido, o no han querido, vivir en paz.

Desde la primera sangre derramada por Caín, las guerras han sembrado la tierra de muertos, destrucción, odios y revanchas.

Muchas guerras trajeron la paz; casi siempre de forma humillante para los vencidos. otras fueron más generosas; pero todas sembrando la muerte.

También hubo guerras pacíficas que no aparecen en los libros de historia pero que están declaradas y escondidas en viejos legajos de pueblos y ciudades. Como no hubo muertos ni limitaciones de fronteras, quedaron en el olvido.

Una, entre otras, fue la declarada por Huéscar, pequeño municipio de Granada, al Reino de Dinamarca el 11 de noviembre de 1809”.


Con estas palabras iniciaba su alocución, nuestro recordado amigo, historiador local y paisano, Don Rafael Carayol Gor, durante la conferencia conmemorativa del X aniversario de la Firma de la Paz.

Desde que se realizó el acto protocolario de la Firma de la Paz, entre esta población de Huéscar y el Reino de Dinamarca -parece que fue ayer- hoy hay una nueva generación entre nosotros, una generación de jóvenes, que empieza a vivir.

En el año 1985 se produjo el hermanamiento con la población danesa de Kolding. Nos separan -geográficamente hablando- unos 3.200 Km; pero nos une una buena amistad.

Tan buenas relaciones nos han propiciado continuados intercambios anuales de estudiantes de ambas ciudades, siendo ya muchos los alumnos del I.E.S. la Sagra que se han desplazado y convivido con familias danesas; y daneses que han sido huéspedes de los oscenses. Igualmente sucede con las distintas corporaciones municipales.

Todo ello mereció que la Comunidad Europea concediera a Huéscar y Kolding el premio denominado “Les etoiles d'or du jumelage” (Las estrellas de oro del hemanamiento), “... por haber dado pruebas de notable interés por la construcción europea y haber trabajado en aras del acercamiento de sus ciudadanos”.

La guerra “de papel” entre Huéscar y Dinamarca quedó cerrada, pero abrió caminos de paz y amistad.

Nadie mejor que el poeta puede expresar nuestro ser:

“...En estas tierras humilladas donde
andaluces adustos, nobles, miran
desconsoladamente el cielo y piensan
en los hijos lejanos,
tú, Huéscar, has querido
alzar estos hermosos puentes
de la amistad y dices
al mundo: Haced las paces
aunque no hayáis luchado todavía,
igual que nuestra paz, vuestra paz sea”.

Victor Rodríguez Jiménez.
Guadix, 1981.

Celebremos pues este día. No olvidemos nunca nuestra historia.
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Para saber algo más sobre Dinamarca….

La Dinamarca de hoy día.

Dinamarca está situada entre los 54 y los 58 grados de latitud norte y los 8 y 15 grados de longitud este. Además de Dinamarca en sí, el Reino de Dinamarca comprende las Islas Feroe y Groenlandia.

Dinamarca se compone de la península de Jutlandia y unas 406 islas, de las cuales aproximadamente 78 están habitadas. De estas, la más grande y la de mayor densidad de población es Selandia, donde está situada la capital, Fionia y la isla que forma el norte de Jutlandia.

Groenlandia y las Islas Feroe.

En lenguaje corriente, Dinamarca suele comprender Jutlandia, Selandia, Fionia y las islas pertenecientes a estas zonas, que a veces se conocen como Dinamarca del Sur. En realidad, el grupo de las Islas Feroe en el Atlántico Norte, y Groenlandia, que pertenece al continente Norteamericano, son parte integral de Dinamarca.

Desde el punto de vista cultural y lingüístico, el reino de Dinamarca presenta grandes variaciones de norte a sur.

La vida cotidiana de los daneses.

Si los extranjeros esperamos encontrar en el Hamlet de Shakespeare, príncipe de Dinamarca, el símbolo representativo del danés, estamos equivocados. Este príncipe de un espíritu profundo no tiene ciertamente más que un trato en común con sus compatriotas. Charles Dickens es quien mejor caracteriza al habitante danés, que siempre está buscando hechos optimistas.

El danés nace optimista, necesita serlo. Los últimos 300 años de su historia son el compendio de defectos continuados. Ha sido siempre ocupada por ejércitos extranjeros que la han utilizado para sus intereses en otros lugares.

El danés vive en una democracia de carácter escandinavo y está convencido interiormente que su país es el mejor de todos los países imaginables. Cree en el estado del bienestar que le da a él y a su familia todo lo que necesita (escuelas, ayuda médica, bibliotecas, residencias de vejez gratuitas,...), está persuadido de que su casa, coche y viajes, principalmente a la costa del sol, aparentemente son sus derechos bien consagrados, y ganados, tras sus años de trabajo.

Dos regiones autónomas dentro del reino

La islas Feroe y Groenlandia son dos regiones autónomas del reino de Dinamarca. La Asamblea legislativa de las islas Feroe se conoce como “Lagting”, y la de Groenlandia como “Landsting”. La política extranjera y la de defensa se resuelven en el “Folketing”, en Copenhague.

¿Por qué se llaman vikingos?.

Así se hicieron llamar algunos pueblos nórdicos (daneses, suecos y noruegos), que en la conocida edad vikinga (800-1000 n.e) realizaron ataques muy temidos en Europa. Los modernos historiadores destacan los logros de los vikingos o normandos, en técnica naval, viajes de exploración, comercio, arte...

Los vikingos, emperadores del mar.

Hacia el siglo V de nuestra era, un pueblo de rudos labradores eligió las inclementes comarcas de Escandinavia (hoy: Suecia, Dinamarca y Noruega) para establecerse.

Lucharon contra el frío y el viento, cultivaron la tierra, levantaron pueblos y granjas y aprendieron como nadie el arte de la navegación. Hoy los recordamos como los vikingos (término griego que significa piratas), también conocidos como "normandos", debido a que conquistaron un lugar llamado Normandía.

Los numerosos ríos y lagos hicieron que su principal medio de transporte fuera la navegación. Y la proximidad del mar y su espíritu de aventura hicieron el resto, convirtiéndose en navegantes insuperables lanzados a la conquista de los distintos horizontes de la Tierra.

Estirpe de marinos.

Durante los siglos IX y X, los vikingos comenzaron su gran expansión por Europa. La clave de su dominio fue el gran conocimiento de los mares que poseían, fundamental para aventajar considerablemente a los otros pueblos durante la oscura Edad Media, en la que los conocimientos de geografía eran tan diversos como desacertados.

Sin duda, los barcos han sido el arma más poderosa de este belicoso pueblo, que no dudó en tomar todo lo que no fuera suyo cada vez que abandonaba su tierra. Estas correrías los convirtieron en auténticos piratas: dueños del mar y terror de las poblaciones de las costas.

Podían construir naves ligeras para surcar pequeños riachuelos de un metro de profundidad, tanto como "colosos" flotantes capaces de llevar 30 toneladas de carga a través de los océanos. Para guiarse observaban el sol, la luna y la estrella polar, o descifraban el vuelo de los pájaros, la dirección de las olas y el perfil de la orilla. Siempre llegaban a destino, lo que atribuían a los buenos augurios de sus dioses protectores.

Sus costumbres.

Cuando no salían a los mares, los vikingos llevaban una vida sencilla y rústica, viviendo como campesinos y artesanos.

Eran un pueblo de buen paladar: les gustaba la carne roja, la cual "congelaban" en la nieve para su conservación. También comían mucha avena y pan y bebían cerveza mezclada con miel.

Tan alegres como vigorosos, practicaban numerosos juegos y deportes: aprendieron el ajedrez de los españoles y se pasaban horas en sesiones de tiro al blanco con arcos y flechas, y también patinando o esquiando.

Durante los meses del invierno se movilizaban con trineos y en verano usaban carros tirados por caballos.

Sus viviendas eran largas, rectangulares y no tenían ventanas. En su interior tenían provisiones suficientes para pasar la época de los fríos más intensos.

Las decisiones que concernían a la comunidad se tomaban en ardorosas asambleas populares, en las que todos tenían derecho a opinar.

Fichero de datos sobre los vikingos

Armas
Para atacar y defenderse se valían de espadas, lanzas, arcos y flechas y se cubrían con escudos de madera y cascos de acero.

Vestimenta
Vestían pantalones rústicos, blusones de cuero, una túnica y, arriba de todo, una manta de lana o un envoltorio de pieles.

Escritura
Su escritura se denomina "rúnica" y estaba compuesta por letras de formas geométricas talladas sobre madera y piedra.

Música
Su arte musical constaba de himnos y canciones que cantaban acompañándose de instrumentos de viento, cuerdas y percusión.

Religión
Sus principales dioses eran Odín (dios de la victoria, las artes y la muerte), Thor (dios de la guerra), y Frey y Freya, dioses de las lluvias.

jueves, 27 de octubre de 2011

Don Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez

Escudo de los Álvarez de Toledo en la iglesia de Santiago (s.XVI). A. M. H.

Don Fadrique Álvarez de Toledo y Enriquez, nació hacia 1460 y falleció el 18/19 de octubre de 1531. Era hijo de don García Álvarez de Toledo y Carrillo y de doña María Enríquez Quiñones, hermana de doña Juana, Reina de Aragón e hija de don Fadrique Enríquez, Almirante de Castilla y de doña Teresa Quiñones.

Casó en 1479 con doña Isabel de Zúñiga y Pimentel (fallecida en 1500). Ésta era hija de don Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar, Arévalo y Plasencia y de su segunda esposa doña Leonor Pimentel y Zúñiga, de los condes de Mayorga.

Los títulos que ostentó fueron:
II Duque de Alba de Tormes.
II Marqués de Coria.
II Conde de Salvatierra de Tormen.
VI Señor de Valdecorneja, Piedrahíta y Huéscar (Por la incorporación de Navarra).
I Conde de Piedrahíta.
I Duque de Huéscar (23 de octubre de 1513).
Caballero d ela Insigne Orden del Toisón de Oro (1519, nº. 154).
Virrey de Castilla y Navarra.
Mayordomo Mayor del Emperador.
Capitán General en la Gurra del Rosellón.
Grande de España de Primera Clase por el Emperador (Aquisgrán).
En 1512 conquistó el Reino de Navarra, asistió a la toma de Navarra, intervino en las campañas de Flandes e Italia y en las guerras de Comunidades.

Muerto don García en 1488, don Fadrique, II duque de Alba, marqués de Coria, conde de Salvatierra y Piedrahíta, señor de Valdecorneja, dió muetras de un altruismo y fidelidad hacia la dinastía Trastamara que borró por completo la fama de su padre, marcando a sus descendientes, afirmando la fidelidad a la monarquía en los Álvarez de Toledo. A los títulos anteriores, don Fadrique añadió el ducado de Huéscar, localidad situada al este de la sierra del Segura, como merced real por su apoyo incondicional en la guerra de Granada y en otras empresas. El señorío formado por el pueblo y la vega circundante, habitado por moriscos, produjo más problemas que rentas a la familia durante el siglo XVI.

Fue don Fadrique Álvarez de Toledo uno de los hombres más destacados en el servicio a la Corona de su tiempo. Asistió a la toma de Granada - donde destacó bajo los estandartes de la reina Isabel I, en el cerco-, redactando su régimen de capitulación, firmando su privilegio y siendo también testigo signante en el acto de entrega de la ciudad. Después le encontraremos peleando con los franceses por el Rosellón. Toda su vida política se desarrolla junto a Fernando el Católico. Más tarde será uno de los más firmes valedores para traer al nieto, a Carlos, de Gante. Y plenamente integrado en la ideología política de los Reyes Católicos de cara a la consecución de un Estado Moderno, hace la campaña de Navarra en 1512 con cuyo esfuerzo se logra e incorpora a Aragón. Ya anciano, lo encontraremos educando y conformando ideológicamente a su nieto, huérfano, don Fernando Álvarez de Toledo.

Como curiosidad diremos que las dignidades de duque de Alba, duque de Huéscar, señor de Valdecorneja, marqués de Coria, conde de Piedrahíta y conde de Salvatierra de Tormes constituyeron el "cuerpo" de los títulos de la casa de Toledo y siempre se conservaron, sin desmembrarse, en la línea de la primogenitura, aparte de los que adquirieron por matrimonial política. Es en 1871 cuando se reconfirma, entre otros, el título de duque de Huéscar a los Stuart Fitz James, actuales duques de Alba, al haber quedado vacante.


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Bibliografía:


García Pinacho, María del Pilar (ed.). Los Álvarez de Toledo: Nobleza Viva. Segovia: Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 1998.

jueves, 20 de octubre de 2011

Orígenes de la Feria de la Muy N. y L. Ciudad de Huéscar

Los gigantes y cabezudos, acompañados de niños y mayores, dan inicio a la Feria.

(Fotografía de Manuel Fernández Santaella, ca 1970). A. M. H.



Los cabezudos en la calle Nueva, junto al Ayuntamiento (ca 196_). A. M. H.

Con la "pública de las fiestas", a través del repique de campanas y el disparo de cohetes acompañados de los gigantes y cabezudos, los habitantes de Huéscar damos inicio a los festejos públicos, de octubre, conocidos tradicionalmente como "la Feria".


Ésta, a lo largo de los siglos, ha ido arraigandose cada vez más en la población y, aunque con distinto referente, adaptandose a los tiempos.


Por un documento conservado en el Archivo Municipal, titulado "Autos y capítulos de Gracia", sabemos que el "origen oficial" es del año 1589. En él, el Concejo de la ciudad dirige a su Excelencia el duque de Alba -como señor de la población- el oficio con distintas peticiones a las que, oportunamente, da o no su visto bueno y matiza o corrige los términos en que se conceden o deniegan.


La "belleza" e importancia del documento no sólo radica en su caligrafía y antigüedad, sino en lo allí solicitado y resuelto. En todo su conjunto se puede observar la linea conductora y organizadora de lo que hoy es nuestra idiosincracia y particular forma de regular nuestra vida común entre vecinos, salvando las distancias. En él se recoge, por ejemplo, la concesión de un día de mercado semanal, los días en que se celebrará la feria,... Más no siempre la feria se celebró en los días que lo hacemos actualmente; en este documento se solicitó que esta se circunscribiese al día 21 de noviembre, para conmemorar el hecho de haber ganado una batalla en el año 1569 al ejército de moriscos que intentaron tomar la ciudad -con motivo del alzamiento de estos durante la conocida como Guerra de Granada- y que fueron derrotados y "humillados" en el paraje que hoy conocemos como "Humilladero", donde a su caudillo, el Malec, incluso se le arrebató su capa (objeto que ha sido procesionando durante varios siglos, el día de Nuestra Señora de la Victoria -hasta los años 30 del siglo XX- hoy desaparecido).


Mientras, con el transcurso de los años, los vecinos de Huéscar en su creciente devoción a las Santas Alodía y Nunilón celebraron el día de éstas, litúrgicamente hablando. Pero, poco a poco, se le fueron uniendo actividades y hasta el día de hoy.


Cartel de la Feria del año 1888. A. M. H.


"Autos y Capítulos de Gracia". Transcripción y fac-símil de la hoja en donde


se concede (con matizaciones) la celebración de una Feria (año 1589). A. M. H.

martes, 18 de octubre de 2011

22 de Octubre: Santas ALODÍA y NUNILÓN.

“Dice un esclarecido autor: Humilde y discreta, la piedad cristiana se encarga de ordenar y dirigir los movimientos del corazón, a modo y forma de madre solícita que, pesando y midiendo, por la medida sin medida del amor entrañable, las inclinaciones de sus hijos, llega a resolver, dentro de las conciencias perturbadas, los más delicados problemas del corazón humano. Lo cual no se logra por medio de estudio ni de cálculos, sino que, postrada en tierra la criatura racional y elevando su mirada al cielo, aprende, sintiendo y suspirando, como deben ser venerados los arcanos de la eminente ciencia del amor de Dios (...).

Estas bellísimas teorías de fe y amor divino, son aplicables a la devoción acendrada e inmensa que la ciudad de Huéscar y la villa de Puebla de Don Fadrique tienen a sus Excelsas Patronas Santas Nunilón y Alodía, cuya poderosa protección vienen experimentando de una manera clara y patente en sus necesidades y atenciones; consiguiendo por su intercesión los favores de la Divina Providencia, cuando de veras les piden (...).

En todo tiempo es conveniente este agradable obsequio a las gloriosas Santas Nunilón y Alodía, para hacernos merecedores de su eficaz protección; pero el más oportuno es en los días anteriores o posteriores a su festividad, que celebra la Iglesia Católica el 22 de Octubre, y desde la Pascua de Resurrección a la de Pentecostés”.

Con estos textos extraídos del prólogo del libreto “Novena y Flores Poéticas dedicadas a las Santas Vírgenes y Mártires Nunilón y Alodía, Patronas de la Ciudad de Huéscar y Villa de Puebla de Don Fadrique que se veneran en la Iglesia Parroquial de su nombre al pie de Sierra Sagra (Provincia de Granada)”, impreso en Granada en 1906, don Victoriano Vera Carrillo, Arcipreste y Cura Párroco de Santa María de Huéscar acerca al lector hacia el origen y el fondo de una tradición secular de profundo arraigo popular.

“Huéscar, ciudad cariñosa,
que a sus Santas se consagra,
no hay cielo como tu cielo,
ni sierra como tu Sagra.

De la Sagra y sus pinares
viene el aire que aspiramos,
el agua de nuestra vega
y las Santas que adoramos” .





Grabado de las Santas (s.XIX-XX). A. H. M.

HISTORIA

La devoción y culto a las Santas Mártires Nunilón y Alodía se arraiga en esta tierra granadina a final del siglo XV. Partió de Navarra y tiene su epicentro en Huéscar.

Después de la pacífica toma de Huéscar por los Reyes Católicos (1488) y tras las capitulaciones concertadas con su alcaide Suleiman al-Galib, Huéscar y su término, al que pertenecía el lugar de la Bolteruela, - hoy Puebla de Don Fadrique, -, quedaría como pueblo realengo y propiedad de la Corona de Castilla.

Este pacto, sin embargo, quedó roto por parte del rey en 1495. Dicho año se crea el marquesado de la villa de Huéscar que será donado en señorío a Don Luis de Beamonte, Conde de Lerín y Condestable de Navarra.

Junto con el Conde de Lerín vienen multitud de navarros, que, aposentados en estos parajes, fueron configurando el carácter de estas tierras. Encontramos sus huellas en el folklore, la gastronomía, en los oficios y en nuestros apellidos (Aguirre, Carricondo, Cocostegui, Warte, Irigaray, Sola, Trucharte.... y los numerosos Navarro).

Pero la huella más querida y preciada que nos dejaron y mantuvieron fue la devoción popular a las Santas Nunilón y Alodía, tan veneradas en su lejano monasterio de Leyre.

Poco duró el señorío de Don Luis de Beamonte en su marquesado de Huéscar, pues falleció en el año 1508. Pero antes, junto con su esposa D. Leonor de Aragón, hermanastra del rey católico, donó al pueblo la dehesa del Horcajón, donde poco antes y al pie de la Sagra, como buen recuerdo de los parajes montañosos navarros, había construido una ermita para depositar unas imágenes góticas de las Santas y unas reliquias que desde Leyre había traído.

Mientras tanto, el testimonio y ejemplo de devoción y culto a las Santas por los advenedizos navarros había prendido fuerte en los corazones de los nativos circunvecinos, hijos de cristianos viejos, de moriscos convertidos y bautizados, o de aquellos nuevos pobladores que vinieron tras la expulsión de los moriscos; así nos lo demuestran los viejos libros de asientos parroquiales, desde entonces, hasta nuestros días.


VIDA Y MARTIRIO

Las Santas Alodía y Nunilón se veneran en Huéscar y Puebla de Don Fadrique desde, al menos, el año 1500, poco después de la Reconquista de Granada por los Reyes Católicos.

Vivieron estas niñas hermanas, llamadas Alodía y Nunilón, en el seno de una familia muy peculiar en la villa aragonesa de Adahuesca, cercana a la antigua Castrum Vigetum, hoy llamada Alquézar.

De noble linaje. Parece que su padre pertenecía a la nobleza goda del valle del Ebro, que, a partir de la invasión de los árabes en España, se convirtió, como tantos otros a la religión islámica, para así conservar y mantener sus propiedades, posición social y no pagar impuestos.

Según la ley musulmana, los hijos debían seguir la religión del padre del que habían nacido. Pero, huérfanas de padre en la más tierna infancia, fueron criadas y educadas por su madre, que era cristiana.

Una vez fallecida su madre, Nunilón, que era la mayor y había llegado a la edad de contraer matrimonio, junto con Alodía, quedaron bajo la custodia y tutela de un pariente musulmán, quien, llevado de la idea de que no se acabase con ella su ilustre alcurnia, o de que las matasen y se llevara su hacienda el fisco del rey, las amenazó y estimulé para que abandonasen la fe cristiana y siguieran la ley mahometana.

Viendo el pariente que de poco sirvieron sus consejos y duras amonestaciones las denuncia al gobernador de la región.

Ante la constancia y firmeza de las dos hermanas, fueron instadas y conducidas por el tribunal a diferentes lugares para que abandonasen su fe cristiana. Al encontrar siempre respuesta negativa, Zimael, wali de la cora o provincia de Huesca, ordenó fuesen decapitadas.

Esto sucedió un 22 de octubre, Jueves, del año 846 de nuestra era, aunque otras fuentes históricas dicen que ocurrió el 21 de octubre del año 851.

“!Alodía si te vas,
Nunilón, aquí te espero;
nos iremos ajuntar
en la Piedra del Letrero!”.

“!En el cielo hay dos luceros,
que relumbran más que el sol,
que son las Santas Patronas,
Alodía y Nunilón!”.


FIESTAS

Durante el año, las Santas se veneran en su ermita y santuario al pie de la Sagra. El primer lunes de Pascua (fiesta variable) y, al anochecer, tras un largo día de romería, con todo el pueblo en la calle y mucha solemnidad, se procesionan en su entrada a la localidad.

Llegada la fiesta de Pentecostés, se acaba la estancia de las Santas en la ciudad y, tras haber permanecido en la parroquia de Santa María cincuenta días, habiendo salido en “rogativas” por distintos lugares y realizada la preceptiva “novena”, vuelven a su “casa” en la sierra.

El día 22 de octubre, fiesta litúrgica del martirio de las Santas Alodía y Nunilón, coincidiendo con la feria de Huéscar, los oscenses vuelven a recordar quienes son sus Patronas.

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Textos:

Carayol Gor, Rafael: Santas mártires del monte Alodía y Nunilón: Patronas de Huéscar y Puebla de D. Fadrique (Granada). 2ª ed. Caravaca de la Cruz: Parroquia Santas Mártires del Monte, 1994

viernes, 14 de octubre de 2011

VISITA A LA ANTIGUA VILLA DE HUÉSCAR: La calle de las TIENDAS.

Huéscar y su primitivo urbanismo en un dibujo reciente. A. M. H. 

1.  - Orígenes de la villa de Huéscar.

Hacia el siglo XII, los almohades, como medio para controlar el país, edifican por nuestra zona diferentes fortalezas, generalmente castillos roqueros -”Husun”, singular “hisn”- entre los que se encuentra el que sin villa, coronaba en solitario la Sierra de la Encantada. Pertenecía como toda nuestra comarca, a la jurisdicción de Tudmir -Murcia-, como punto avanzado frente a Granada.

Consta que los caballeros de Santiago que tenían a su cargo el castillo de Úskar, castellanizado como “Huéscar”, lograron superar la generalizada sublevación mudéjar que, entre Jerez y Murcia, hizo peligrar, al fallecimiento de Fernando III en Sevilla, la ocupación cristiana en los territorios ganados por éste monarca al Islam. Se sabe que eran portugueses, venidos como cruzados.

Tuvo que llegar el siglo XIV para que, en 1319, se sublevara en la Alhambra el príncipe nazarí Muley Ismail, hasta el momento belicoso Walí -gobernador- de Málaga contra su pacífico tío, el rey Nasr, a quien acusaba de contemporizar y ser amigo de los infieles castellanos. Lo destituyó, recluyéndole con honores reales en Guadix.

Hacia 1324, seguro en el trono, decidió el ya rey Ismail I arremeter desde sus tierras de Baza contra la frontera murciana, cuyos castillos seguían estando bajo control de los caballeros de Santiago.

El de Úskar fue arrasado entonces, en el primer uso documentado de artillería en España, que proviene de fuentes árabes, y concretamente del famoso polígrafo Ibn al Jatib, Gran Visir de Muhammad V de Granada.

Las ruinas del viejo castillo, llamadas antes”Huéscar la vieja” y ahora “Patio de los moros”, siguen en su escarpada cresta, viéndose todavía trozos de muro tapial y restos de aljibes.

Destruido este castillo murciano, e incorporada toda la comarca -desde Castril a Orce- por primera vez a Granada, decide Ismail colocar una población importante, con también importante alcazaba, que adelante cincuenta kilómetros al norte la punta de lanza y base de operaciones nazarí. En el mismo cruce de los caminos de Granada – Valencia y Murcia – Sevilla, que es el que vigilaba desde lo alto el “hisn Úskar”, planifica y edifica a toda prisa la actual Huéscar, con fortaleza, murallas y foso.

Reutiliza, para mayor solidez de la base de la torre del homenaje, los grandes sillares romanos de una necrópolis romana de la familia Atelia que debía estar allí mismo, en dicho cruce de los muy antiguos caminos. Son piedras epigrafiadas con textos en latín, colocados curiosamente todas al revés, lo suficientemente grandes como para no haber podido ser arrastradas desde los yacimientos romanos de Galera.

El visir Riwan, gran estratega, se encargó en aquellos principios del siglo XIV de reorganizar toda la estructura militar de la nueva frontera granadina, edificando la estratégica red de atalayas de vigía y aviso, de las que tenemos abundante muestrario en nuestra tierra.

Vienen en el siguiente siglo XV la recuperación por Don Rodrigo Manrique, desde su base santiaguista de Segura de la Sierra; y la nueva toma granadina por Muhammad X al-Ahnaf – el Cojo -, conocido por “Aben Osmín”. Así, con turbulencias bélicas de la frontera, hasta la definitiva entrega de toda esta zona, en adelante granadina y almeriense, en la campaña que Don Fernando hizo desde Murcia en 1488, ya en final de la Guerra de Granada.

Desde entonces la vieja Úskar ibérica arabizada pasa a ser “Güescar” y definitivamente “Huéscar”. En los documentos de entonces es a veces, por confusión citada como Huesca o Güesca.


2.  - Urbanismo de la primitiva villa. La calle de las TIENDAS.

La primitiva villa de Huéscar, con su perímetro amurallado, estaba comprendida entre lo que hoy conocemos como Plaza Mayor, Nueva, Carril, Placeta de Maza, Cuesta del Tinte, Barroeta (carretera Granada – Murcia) y el Paseo de Santo Cristo.

La Plaza Mayor, a la que se asomaba la puerta principal de este recinto amurallado (Puerta de Castril) daba acceso a la calle Tiendas, -que en la ciudad hispanomusulmana era la calle principal- la cruzaba de puerta a puerta y estaría llena de estos establecimientos. Es la clásica alcaicería árabe.

De la antigüedad e importancia de esta calle tenemos datos escritos y arquitectónicos, algunos de ellos destruidos en fechas muy recientes, de los que nos quedan constancia sobre papel, epigráfía y tradición musical – Don Juan María Guerrero de la Plaza, Secretario del Ayuntamiento, compositor y maestro de capilla, vivió en la casa nº4-.

La ubicación que ocupan hoy día las viviendas nº 7, 9 y 11 conformarían el volumen y espacio ocupado por la antigua Sinagoga judía con entrada principal por esta calle.

Como ejemplo de la multitud de establecimientos que se asentaron en esta calle, siguiendo la tradición, durante el siglo XX podemos hablar de mercerías, zapaterías, relojerías, churrerías y heladería, taberna, tejidos y sastrería, billares, bar de alterne, barberías, gestoría, tienda de confecciones, carnicerías, comestibles, ultramarinos, zapateros remendones, alpargaterías, buñolerías, pescaderías, tienda de electrodomésticos, horno de pan-cocer, horno de pastelería, tienda de salazones, armería, etc...

Si bajamos, hacia su mitad y perpendicular a ella, a la izquierda, está el callejón de Santa Ana, nombre que le viene de un beaterio que allí hubo. Esta calle, no era sino la entrada a los corralazos judíos. La expulsión de los hebreos dio lugar a la consagración del local de la Sinagoga al culto cristiano y precisamente al de una santa que siempre fue judía. Existen referencias a este beaterio a finales del XVII, sin que consten las causas de su desaparición. También en el siglo XIX, hacia 1812, se utilizan las dependencias de ésta, ya sólo ermita, como hospital de campaña por el ejército francés en su retirada.

Calle Tiendas (ca 1975).     A.M.H.

Un poquito más allá, a la derecha encontramos dos callejuelas más estrechas, la Aceitería y el callejón de la Quica. La Aceitería albergó en su momento ciertos establecimientos dedicados a la venta de este producto –aceite-, en la antigua vivienda situada donde hoy está la nº 4. En esta casa residió, siendo niño, Luis Miguel Dominguín, el torero, por vivir en ella una tía suya. En el nº. 5, estaba el portal de la Zapatería remendona de Ramón Pageo ya desaparecida. Sobre la fachada de esta casa hay una hornacina con la virgen de las Angustias, de gran devoción popular. Al callejón de la Quica le viene el nombre por Francisca González, conocida como “Quica”, que junto a su marido poseían un establecimiento de comestibles. Manteniendo todo su sabor árabe, en su estructura urbana zigzagueante, conecta la calle de las tiendas con el Paseo del Santo Cristo. Sería nuestro “pequeño Albaizín”.

Y así, llegamos a la calle y plaza de la Alhóndiga. Debe su nombre a haber estado en ella durante siglos, frente al flanco oeste de la fortaleza, la institución de este nombre, llamada últimamente, antes de su derribo “Posada de Hilario”.

Eran las alhóndigas unos establecimientos oficiales, pertenecientes a la Corona o al Señorío, o a quien se hubiera concedido por especial privilegio. Reunían, para mayor control de viajeros y mercaderes, la condición de mesones y de puntos de venta de productos forasteros, entre los que se hallaba el pescado.

Esta alhóndiga, situada en el ensanche que se llamó “plaza de Adentro” desde que se urbanizó la “del Abal” -la Mayor-, era del Duque; al igual que las pequeñas tiendas que había adheridas a la Torre del Homenaje de la fortaleza. Otro mesón antiguo era el concedido, por privilegio y como medio de ayuda, al convento de las Dominicas: es la ya cerrada Posada de las Monjas, al fondo del Paseo, en su momento conocida como cuesta de los mesones, por los varios que allí hubo.

El Pósito era la casa almacén donde se depositaban los productos agrícolas, normalmente cereales, que los agricultores entregaban, a modo de seguro, para poder pedir la contraprestación en años en que la mala cosecha no permitía disponer ni para la siembra de la campaña siguiente.

Es esta institución de los Pósitos de origen medieval, muy fomentada por la Corona y, curiosamente, todavía en plena vigencia teórica. Con el correr de los siglos, se sustituyó la entrega en especie por el ingreso en dinero, constituyéndose así los Pósitos, de hecho, en acaudalados antecedentes de las Cajas Rurales.

Los edificios, generalmente importantes y con el escudo de la Corona en la fachada, pasaron a propiedad municipal. El de Huéscar estaba ubicado en el recinto de la Fortaleza, junto al Arco del Santo Cristo. Su edificio, muy reformado, fue utilizado como comedor de Auxilio Social, sede  y local de ensayos de la Banda Municipal de Música y, ahora, en espera de nueva utilización.

El Arco de Santo Cristo era la antigua Puerta del Sol, o quizá de Caravaca, o de Murcia, en el antiguo recinto amurallado de la Huéscar nazarí. Se correspondía, al otro extremo de la calle de las Tiendas, con la Puerta de Castril, cuyo arco, entre las esquinas a la Plaza de las casas de la antigua heladería y churrería del maestro Arturo, y la de Banesto. Eran las dos principales puertas de la población medieval. Aún había otra, junto a la mezquita -luego iglesia de Santiago-, que salía al ensanche que había de convertirse en Placeta Maza.

Parece ser, le viene el nombre por haber habido allí siempre una imagen de Cristo Crucificado, muy venerada por quienes pasaban el Arco. Ello entronca con otra de las bellas tradiciones locales, según la cual, al abrir un hueco en el muro, apareció ese Cristo, con una luz encendida, que habría estado ardiendo desde la entrada de los árabes en la península.


3. - Datos de interés, cultural y etnográfico actual, sobre la zona.

   Huéscar, ciudad agazapada en sí misma, ha desarrollado un carácter peculiar y autóctono, definido por su historia, su cultura y costumbres y sus tradiciones.

   Adentrarse en la zona medieval de su casco urbano es hallar religión, fiesta, relaciones personales y comerciales, tauromaquia,... en fin, es encontrar vida, movimiento y cultura a lo largo de todos los días del año.

La calle Alhóndiga hacia 1970.         A. M. H.
   Si lo determinásemos por las actividades diarias que a lo largo del año se desarrollan en ella, hallaríamos que es una zona de paseo (calle Alhóndiga-Placeta Maza-calle Santiago –antigua vía pecuaria y camino de comunicación con el paraje de las Santas), de culto (actos religiosos en la Iglesia de Santiago. También sede canónica de una Hermandad de Semana Santa -con cuatrocientos años de tradición-), de intercambios personales y comerciales (mercado semanal -datado ya en 1589-, comercios tradicionales,...); paso obligado para los visitantes y turistas que se acercan hasta esta población (antiguo Pósito Real, Arco de Santo Cristo –Puerta de Murcia-, Torre del Homenaje, Iglesia de Santiago (s. XV), Plaza de Toros, casas blasonadas (S.XVI), casas señoriales (s. XVI-XVII. También del s. XIX-XX),...; zona de uso cultural y taurino (por el entorno urbano y los ensanches de que se compone, además de las infraestructuras peculiares –coso taurino-,...).

  Así pues, adentrarse en este entorno urbano es llegar al corazón histórico y cultural, de esta población, con rincones llenos de tradición que delatan tiempos pasados de esplendor, con largas calles nacidas a la vera de las cañadas y el cruce de caminos (como el Camino Real de Granada a Valencia y el de Murcia a Sevilla, del medievo), junto a pequeñas y enrevesadas callejuelas que revelan su pasado árabe.

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Bibliografía:

-         González Barberán, Vicente: “Cosas de Huéscar” en Úskar. Revista Histórica y Cultural de la Comarca. Nº. 1. Año 1998.
-         Romero Díaz, Mª Asunción: “Huéscar: el medio natural y la vida humana”. Granada: Diputación, 1982.
-         García de la Serrana Parra, Francisco: “Huéscar. Calles y Plazas surgidas desde final de ocupación musulmana hasta 1939 con algunos detalles históricos”. Mecanografiado. Inédito.
-         Archivo Municipal de Huéscar.